El ENARM es un reto enorme. La cantidad de información que un aplicante tiene que estudiar, repasar y memorizar es lo que a muchos les parece la razón principal por la que pueden reprobar el ENARM. Por lo tanto, a menudo nuestra primera estrategia es encontrar métodos de estudio que nos ayuden a absorber la mayor cantidad de información posible. Si organizamos bien nuestro tiempo, y logramos establecer sesiones de estudio de alta concentración regulares, es posible almacenar una muy buena cantidad de información.
Sin embargo, también es común que ciertos aplicantes se concentren en estudiar muchísima información, y aún así reprobar el ENARM. ¿Por qué puedes estudiar mucho y aún reprobar el ENARM? Pues existen varios factores que entran en juego aquí. Revisemos qué puede ocasionar este problema, y cómo evitarlo.
Estudiar mucho, pero no para el ENARM
Si estás por hacer el ENARM, no necesitamos recordarte que la medicina es un campo enorme. La información que puedes estudiar y aprender no es sólo virtualmente infinita, sino cambiante, muchísimos datos, estudios, teorías, prácticas y ensayos están siendo añadidos constantemente al enorme pozo de información que ya está disponible, y de muchas fuentes distintas. No todo coincide a la perfección. La información que el ENARM considera vigente, y los temas a los que les da prioridad no son los mismos que otras instituciones o fuentes de información. Uno de los factores que puede reducir tu puntaje es usar recursos de estudio que no están diseñados para el ENARM (es muy común que aplicantes usen recursos para el MIR por ejemplo, que aunque es un examen similar, sí tiene variaciones). Recuerda que el ENARM está basado en las guías mexicanas de práctica clínica, y ahí es donde encontrarás la información más consistentemente usada para el ENARM.
Estudiar la información sin prepararte para el examen
Lograr almacenar toda esa información es un enorme paso hacia adelante. Sin embargo, el ENARM también te pone a prueba de otras maneras. Hay médicos muy talentosos y con una gran cantidad de conocimientos que simplemente no son buenos presentando exámenes. Nervios, mal manejo del tiempo durante la prueba, problemas para interpretar las preguntas, estado anímico, cansancio. Todo esto puede afectar tu rendimiento significativamente.
Lo mejor que puedes hacer es considerar que durante tu preparación, también tienes que familiarizarte lo más posible con el formato del examen. Necesitas acostumbrarte a mantener tu concentración y ritmo durante periodos prolongados de tiempo. Necesitas familiarizarte con el estilo de preguntas que vendrán, y saber interpretarlas correctamente. Muchas personas no logran esto hasta haber presentado el ENARM varias veces sin éxito. Pero una manera de acostumbrarte al formato del ENARM es realizando simuladores de alta fidelidad.
Por supuesto, existen un gran número de otros factores que podríamos incluir. Desde la especialidad que quieras, hasta las pequeñas variaciones que pueda tener el ENARM año con año. Sin embargo, la idea que queremos transmitir es que hay mucho más en el ENARM que simplemente absorber toda la información que puedas en el tiempo que tienes. Tu preparación debería ser integral, enfocada y estratégica para el reto que tienes enfrente. Si desde un inicio consideras todos estos factores, elevarás considerablemente tus posibilidades de pasarlo exitosamente.
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