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¿No estudié tanto para el ENARM, debería presentarlo?
Dr. Luis Hernandez
6 de Septiembre de 2024
El Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM) es uno de los momentos más esperados y temidos por miles de médicos en México. La preparación para este examen puede ser exhaustiva, llena de largas horas de estudio, sacrificios y emociones intensas. Sin embargo, ¿qué pasa cuando no te sientes lo suficientemente preparado? ¿Vale la pena presentar el ENARM si no has estudiado tanto como crees que deberías? La respuesta a estas preguntas puede variar según las circunstancias personales de cada aspirante, pero aquí exploraremos algunas razones por las que podrías considerar presentar el examen, incluso si no te sientes del todo listo.
1. Una oportunidad para medir tu nivel
El ENARM no es solo una evaluación de conocimientos, sino también una oportunidad para medir tu nivel actual de preparación. Aunque no hayas estudiado tanto como esperabas, presentar el examen puede darte una idea realista de dónde te encuentras en términos de competencia y qué áreas necesitas fortalecer.
El ENARM no es un examen que se pueda dominar en un solo intento para la mayoría de las personas. De hecho, muchos médicos lo presentan más de una vez antes de lograr una calificación que les permita acceder a la especialidad deseada. Por lo tanto, considerar esta primera experiencia como una herramienta diagnóstica puede ser útil. Al presentar el examen, podrás identificar tus fortalezas y debilidades de manera objetiva, lo que te permitirá enfocar tus estudios de manera más efectiva en el futuro.
2. Explorando la decisión de especializarte
Si te encuentras en un punto en el que no estás seguro de si quieres hacer una especialidad médica o explorar otras opciones, el ENARM puede servir como un barómetro para ayudarte a tomar esa decisión. Presentar el examen, incluso si no te sientes completamente preparado, te permitirá experimentar el proceso y reflexionar sobre si realmente te apasiona la idea de dedicarte a una especialidad en particular.
Muchos médicos sienten una presión social o familiar para seguir el camino tradicional de especialización. Sin embargo, es importante recordar que la decisión de hacer una especialidad debe ser personal y basada en tus intereses y aspiraciones profesionales. Presentar el ENARM sin una preparación exhaustiva puede ser una forma de probar las aguas y determinar si realmente es el camino que deseas seguir. Además, si decides que una especialidad no es lo que buscas, el resultado del examen podría reafirmar tu decisión de explorar otras áreas de la medicina o incluso considerar opciones fuera del país.
3. Conociendo el ambiente del examen
El ENARM no es solo un examen de conocimientos médicos; también es una prueba de resistencia mental y emocional. El ambiente durante el examen puede ser intimidante: largas horas, preguntas complejas y la presión de saber que tu futuro profesional puede depender del resultado. Presentar el examen, incluso si no te sientes completamente preparado, te permitirá familiarizarte con este entorno y te ayudará a manejar mejor el estrés en futuras presentaciones.
Al conocer el ambiente del examen, estarás mejor preparado para futuras ocasiones. Podrás desarrollar estrategias para manejar el tiempo, lidiar con la presión y mantener la calma bajo circunstancias difíciles. Esta experiencia puede ser invaluable, ya que te dará una ventaja en futuras presentaciones, donde te sentirás más cómodo y seguro.
4. Aprovechando la oportunidad de crecimiento personal
Finalmente, es importante considerar el ENARM como una oportunidad de crecimiento personal. Presentar un examen tan demandante, incluso si no estás completamente preparado, es un desafío que puede ayudarte a crecer como profesional y como individuo. Enfrentarte a tus miedos e inseguridades y salir de tu zona de confort te permitirá desarrollar habilidades de resiliencia, determinación y autoconocimiento que serán valiosas en cualquier etapa de tu carrera.
Además, el simple hecho de presentarte al examen, a pesar de las dudas o la falta de preparación, es una muestra de tu compromiso con tu desarrollo profesional. Esta actitud de enfrentar los desafíos de frente te será útil no solo en el ENARM, sino en cualquier situación difícil que puedas encontrar en tu vida profesional y personal.
Si no te sientes completamente preparado para el ENARM, no necesariamente significa que debas descartarlo. Presentar el examen puede ofrecerte una valiosa oportunidad para medir tu nivel, reflexionar sobre tu decisión de especializarte, familiarizarte con el ambiente del examen, considerar tus opciones profesionales y crecer como persona. Aunque es comprensible que quieras obtener el mejor resultado posible, recuerda que el ENARM es solo una parte de tu camino en la medicina. Cada experiencia, ya sea exitosa o no, te ayudará a construir un futuro sólido en la profesión que amas. Así que, si tienes la oportunidad y las ganas de enfrentarlo, no dudes en presentarlo. El camino hacia la excelencia está lleno de aprendizajes, y cada paso cuenta.
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