El ENARM comúnmente representa uno de los pasos más importantes en la carrera profesional de cualquier médico. También, es uno de los retos más grandes. Es natural, por lo tanto, que antes y durante la presentación del examen sintamos nervios. Pero para algunos, estos nervios pueden representar un verdadero problema, elevando nuestro estrés en los meses previos al examen, e incluso impidiéndonos desempeñarnos bien cuando lo contestamos.
No son pocos los médicos que tienen problemas para concentrarse durante el ENARM debido a los nervios, y en algunos casos esto puede ser un factor decisivo a la hora de lograr el puntaje que buscan. Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, el ENARM no es sólo conocimiento. Desempeñarte bien requiere varias habilidades además de absorber información y una de ellas es específicamente el control de nervios. Por lo tanto, aquí te dejamos algunos tips que te ayudarán a controlar los nervios antes y durante el ENARM.
1.- Cuida tus hábitos:
El manejo de nuestro tiempo y nuestras prioridades no es un reto sencillo cuando nos estamos preparando para el ENARM. Sobre todo cuando tenemos que balancear con trabajo y nuestra vida profesional. Sin embargo, encontrar la manera de dormir bien, comer una dieta balanceada y hacer ejercicio puede ayudarnos a mantenernos relajados, enfocados y de buen humor. A veces, incluso vale la pena sacrificar un poco de tiempo de estudio, y a cambio, ganar un estado anímico que nos permita optimizar el estudio que sí hagamos.
2.- Organiza tu tiempo realistamente:
Teniendo en cuenta el consejo anterior, es importante que te pongas metas realistas en cuanto a la administración de tu tiempo. Si sientes que te faltan meses para organizar un estudio completo de manera saludable, es posible que sea cierto. Todos estudiamos diferente, todos tenemos distintas responsabilidades y compromisos, y no todos podemos completar un estudio suficiente en un año. Es bueno contemplar la posibilidad de presentar el ENARM el próximo año, extendiendo tu periodo de estudio, y permitiéndote una preparación adecuada a tu ritmo, sin una presión tan alta.
3.- Haz simuladores:
Un simulador del ENARM es una gran forma de estudiar, de poner a prueba tus conocimientos, y de medir tu progreso. Sin embargo, hay otra función que es extremadamente útil: te acostumbras al examen. Hacer simuladores de alta fidelidad te ayuda a familiarizarte con la estructura del ENARM y con sus preguntas. Te ayuda a adquirir el ritmo que necesitas para contestar todo a buen tiempo y te entrenas a pensar bajo presión. Esto puede ayudarte a controlar tus nervios el día que lo presentes, en lugar de entrar a una experiencia completamente desconocida.
4.- Prepárate para lo peor:
A veces, es fácil frustrarse pensando que pasar el ENARM es lo más fundamental. Sin embargo, la mayoría de los médicos necesita presentarlo múltiples veces antes de tener el puntaje que quieren. Esto es completamente normal. Acepta que esto es una posibilidad real, y ten un plan listo por si es el caso. ¿Qué aprendiste de presentarlo? ¿Cuáles fueron tus debilidades? ¿Cómo puedes trabajar en ellas? ¿Cómo puedes mejorar la próxima vez que lo presentes? Entender que reprobar el ENARM no es el fin del mundo, y tener un plan por si pasa, te ayudará a quitarte mucha de la presión mientras lo presentas.
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