El ENARM es un reto tan grande, que comúnmente ocupa la mayoría de nuestro espacio mental. Pasamos un año (si no es que más) estudiando, preparándonos, practicando y pensando en el puntaje que necesitamos para hacer la especialidad que queremos. Tanta concentración le damos a este examen, que a veces se nos olvida que es sólo el principio. Pero también es importante ir pensando en qué más necesitamos para hacer la residencia, además de pasar el ENARM.
Obtener el puntaje correcto sólo nos permite obtener una plaza para nuestra especialidad elegida. Sin embargo, como médicos también queremos hacer esta residencia en el lugar correcto. Una vez que tenemos nuestra plaza, está la cuestión de ser aceptados en el hospital que queremos, ya sea por su reconocimiento al generar especialistas, porque nos resulta práctico, o cualquier otro motivo por el que nos llame la atención. Así que revisemos qué criterios usan comúnmente los hospitales para escoger a sus residentes.
Ser conocidos por la rama que queremos
Uno de los factores que más comúnmente se toman en cuenta es cualquier tipo de relación previa con el hospital, especialmente si ya está relacionada con tu especialidad. Tal vez hiciste el internado ahí, y causaste una buena impresión. Tal vez rotaste en el servicio y mostraste interés en el lugar y pudiste aportar algo de valor. Este tipo de precedentes pueden ayudarte mucho a sobresalir entre otros médicos que busquen hacer su residencia ahí.
También, muchos hospitales valoran la formación de sus médicos. Ten en mente que probablemente van a considerar de qué escuela vienes, tu promedio general de la carrera, cursos extra que hayas hecho (BLS, ACLS, ATLS, etc.). Si tienes algunas publicaciones a tu nombre, esto también puede tener un impacto.
Buen proceso de aplicación
Obviamente, si ya estás cercano a empezar tu residencia, no hay mucho que puedas hacer sobre tu precedente con el hospital, y tu historial académico. Independientemente de eso, será importante tener el mejor proceso de aplicación posible. A estas alturas, seguramente ya eres un especialista en presentar exámenes, así que prepárate adecuadamente, y asegurate de dar un gran examen de aplicación.
Lo más recomendable es contactar a algún médico que recientemente haya iniciado su residencia en el hospital. Trata de adquirir toda la información que puedas acerca de los criterios de la institución, qué clase de preguntas te harán tanto en el examen como en la entrevista y cualquier información útil que te pueda ofrecer. Este tipo de preparación basada en alguien que ya haya ingresado puede ser extremadamente útil.
También te podría interesar: