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La nueva definición de epilepsia: ¿Un cambio de paradigma en la práctica clínica?
Equipo Editorial Reto MD
10 de Octubre de 2025

En la práctica clínica diaria, enfrentarse a un paciente que ha experimentado su primera crisis epiléptica es un desafío diagnóstico y terapéutico. Durante años, la definición de epilepsia requería la ocurrencia de al menos dos crisis no provocadas, lo que a menudo implicaba un período de incertidumbre y riesgo para el paciente. Sin embargo, en 2014, la Liga Internacional Contra la Epilepsia (ILAE) introdujo una nueva definición que permite un diagnóstico más temprano en ciertos escenarios, como la presencia de una crisis no provocada con un alto riesgo de recurrencia o un síndrome epiléptico diagnosticado (Fisher et al., 2014). Esta revisión prometía un cambio significativo en el manejo de la epilepsia, pero su impacto clínico real ha permanecido en gran medida sin explorar. Con un entusiasmo por comprender mejor estos avances, un reciente estudio prospectivo de Habermehl y colaboradores (2025) se propuso investigar el impacto de esta nueva definición en el diagnóstico, el tratamiento y los resultados a corto plazo en pacientes adultos con una primera crisis epiléptica.
Metodología: un vistazo al diseño del estudio
El estudio de Habermehl et al. (2025) se llevó a cabo de forma prospectiva, incluyendo a 235 pacientes adultos (mayores de 18 años) que se presentaron con una primera crisis epiléptica entre febrero de 2018 y enero de 2022. Se excluyeron aquellos con diagnósticos no epilépticos. Los investigadores recopilaron datos demográficos y clínicos exhaustivos, incluyendo comorbilidades, semiología de la crisis, resultados de electroencefalogramas (EEG) y neuroimágenes (TC y RM), el diagnóstico al alta (epilepsia vs. primera crisis no provocada), la iniciación de fármacos antiepilépticos (FAE) y la ocurrencia de crisis recurrentes. El seguimiento se realizó a los 6 y 12 meses, permitiendo una evaluación detallada de los resultados a corto plazo.
Resultados clave: un panorama prometedor
Los hallazgos de este estudio son reveladores y ofrecen una visión clara del impacto de la nueva definición de la ILAE:
- Mayor tasa de diagnóstico: La aplicación de los nuevos criterios de la ILAE resultó en que el 62.1% (146 de 235) de los pacientes fueron diagnosticados con epilepsia, una cifra significativamente mayor en comparación con el 19.1% que habría sido diagnosticado bajo la definición anterior (Habermehl et al., 2025, p. 3).
- Inicio Temprano de Tratamiento: El tratamiento con FAE se inició en el 66.3% de todos los pacientes que presentaron una primera crisis epiléptica, y en el 92.5% de aquellos diagnosticados con epilepsia (Habermehl et al., 2025, p. 1, p. 3). Los FAE más comúnmente utilizados fueron levetiracetam y lacosamida.
- Resultados favorables a corto plazo: La tasa de pacientes libres de crisis fue notablemente alta: 77.3% a los 6 meses y 80.6% a los 12 meses en la cohorte general. Específicamente, entre los pacientes diagnosticados con epilepsia, el 70.6% estaban libres de crisis a los 6 meses y el 72.6% a los 12 meses (Habermehl et al., 2025, p. 1, p. 3). La tasa de recurrencia a 1 año fue del 19.4% para todos los pacientes y del 28% para aquellos con diagnóstico de epilepsia (Habermehl et al., 2025, p. 3).
- Impacto del tratamiento con FAE: El uso de FAE se asoció significativamente con una reducción de la tasa de recurrencia (odds ratio = 0.046, p = 0.004 a los 12 meses), lo que subraya su eficacia en la prevención de crisis recurrentes (Habermehl et al., 2025, p. 1, p. 4).
- Factores de riesgo inesperados: Contrario a la literatura previa, en esta cohorte, la presencia de descargas epileptiformes interictales (DEI) en el EEG o lesiones estructurales en las neuroimágenes (RM/TC) no se asoció significativamente con un mayor riesgo de recurrencia a corto plazo (Habermehl et al., 2025, p. 4). Este hallazgo sugiere que el inicio temprano de FAE podría haber mitigado el impacto de estos factores de riesgo conocidos.
Conclusión e implicaciones clínicas: ¿Qué significa esto para nuestra práctica?
Este estudio de Habermehl y colaboradores (2025) nos ofrece una perspectiva valiosa sobre la implementación de la nueva definición de epilepsia de la ILAE. Los resultados sugieren que la capacidad de diagnosticar la epilepsia más tempranamente, junto con el inicio precoz del tratamiento con FAE, se traduce en resultados favorables a corto plazo, con una alta proporción de pacientes libres de crisis.
¿Qué implica esto para nuestra práctica clínica diaria?
- Diagnóstico proactivo: La nueva definición nos empodera para identificar y diagnosticar la epilepsia en una etapa más temprana, lo que puede conducir a una intervención más oportuna.
- Beneficio del tratamiento temprano: Los datos refuerzan la importancia de considerar el inicio de FAE tras una primera crisis epiléptica, especialmente en pacientes con alto riesgo de recurrencia o de sufrir lesiones relacionadas con las crisis. La reducción significativa de la recurrencia observada con el uso de FAE es un argumento sólido para esta estrategia.
- Evaluación individualizada: Aunque el estudio mostró que las DEI y las lesiones estructurales no fueron predictores de recurrencia a corto plazo en esta cohorte (posiblemente debido al efecto protector del FAE temprano), sigue siendo crucial realizar una evaluación exhaustiva de cada paciente. Debemos considerar no solo los hallazgos diagnósticos, sino también los factores clínicos individuales, el riesgo de lesiones y las implicaciones sociales y económicas del diagnóstico y el tratamiento. La decisión de iniciar FAE debe ser siempre una discusión compartida con el paciente, sopesando los beneficios frente a los posibles efectos secundarios y las consecuencias a largo plazo (Habermehl et al., 2025, p. 6).
Mirando hacia el futuro, este estudio abre puertas a nuevas preguntas. ¿Cómo se comportarán estos pacientes a largo plazo? ¿La eficacia de los FAE más recientes mantendrá estos resultados favorables en el tiempo? La curiosidad nos impulsa a seguir investigando para refinar nuestras estrategias y asegurar el mejor pronóstico para nuestros pacientes con epilepsia. Este es un paso emocionante en la evolución de nuestra comprensión y manejo de esta compleja condición.
Referencia:
Habermehl, L., Linka, L., Krause, K., Fuchs, A., Weil, J., Gurschi, M., Zahnert, F., Möller, L., Menzler, K., & Knake, S. (2025). The impact of the new definition of epilepsy on diagnosis, treatment, and short-term outcomes-A prospective study. Frontiers in Neurology, 16, 1564680. https://doi.org/10.3389/fneur.2025.1564680
Habermehl, L., Linka, L., Krause, K., Fuchs, A., Weil, J., Gurschi, M., Zahnert, F., Möller, L., Menzler, K., & Knake, S. (2025). The impact of the new definition of epilepsy on diagnosis, treatment, and short-term outcomes-A prospective study. Frontiers in Neurology, 16, 1564680. https://doi.org/10.3389/fneur.2025.1564680