A lo largo de mi formación médica, tuve muchas dudas sobre cuál sería el mejor camino para seguir. En 2022, cuando terminé mis estudios, me encontré ante la decisión de elegir una especialidad, y rápidamente comenzaron a surgir preguntas y preocupaciones. Las largas jornadas, las condiciones de trabajo y la compensación económica eran factores que me hacían replantear si realmente quería seguir el camino tradicional de la medicina especializada. Me encontraba en una encrucijada, sin saber si debía dedicarme a una especialidad o explorar otros ámbitos fuera del entorno médico. Así que decidí tomarme un tiempo para reflexionar.
Durante este periodo, intenté alejarme un poco de la medicina tradicional. Probé otros caminos para ver si encontraba una vocación distinta que me llenara, pero pronto me di cuenta de que mi verdadera pasión seguía vinculada a la atención a los pacientes. Si bien los retos de la práctica médica seguían presentes, me di cuenta de que había una parte esencial de mí que no podía ignorar: el deseo de ayudar, de acompañar en el proceso de sanar y crecer. Fue en ese momento cuando decidí que necesitaba volver a la medicina, pero desde una perspectiva más personal y directa.
Afortunadamente, el Dr. Víctor González Uribe en AlergiaMX me dio la oportunidad de regresar a la práctica clínica, pero de una forma diferente a la que había imaginado inicialmente. En lugar de centrarme solo en los aspectos más técnicos y rutinarios de la medicina, me adentré en el campo de la pediatría, donde empecé a trabajar con niños, algo que me llenaba profundamente. Desde mi tiempo en el servicio social en una guardería, había experimentado la inmensa gratificación que viene de ver a los niños crecer y desarrollarse. Trabajar en la clínica me permitió continuar con esta pasión, atendiendo a pequeños que sufrían de diversas condiciones, entre ellas alergias.
La pediatría como camino:
La pediatría, desde el principio, me ofreció un camino claro para lo que realmente quería lograr como médico. Ver el impacto que puede tener en la vida de un niño, ayudándole a superar los obstáculos de salud que enfrenta desde una temprana edad, me dio un propósito y una razón para seguir adelante. Cada niño que llegaba a la clínica con síntomas que dificultaban su vida diaria, y que luego mejoraba tras el tratamiento, era una confirmación de que estaba en el camino correcto. Mi enfoque no solo era tratar los síntomas, sino también educar a los padres y a los niños sobre su salud, proporcionándoles herramientas para tener una vida más saludable a largo plazo.
Uno de los aspectos que más me ha cautivado de la pediatría es la resiliencia de los niños. Ver cómo pueden superar enfermedades o condiciones que los limitan, y cómo se transforman en niños saludables y llenos de energía, es una de las mayores recompensas que he experimentado. La pediatría no se trata solo de tratar enfermedades, sino de promover un desarrollo integral y saludable para que los niños puedan crecer y alcanzar su máximo potencial.
Integración de la inmunología y alergias:
Al mismo tiempo, trabajar en AlergiaMX me permitió integrar otro aspecto clave en mi formación: el estudio de las alergias y la inmunología. Aunque mi corazón estaba centrado en la pediatría, el enfoque en inmunología dentro de la clínica me permitió ver cómo las alergias afectan de manera particular a los niños. Descubrí cómo las alergias pueden limitar significativamente la vida de los pequeños, y cómo un diagnóstico y tratamiento adecuado pueden marcar una gran diferencia. Este aspecto me motivó a seguir desarrollándome también en el campo de la alergia e inmunología pediátrica.
A través de mi trabajo en la clínica, no solo me he dedicado a la atención de los pacientes, sino también a la investigación en el área de inmunología. La posibilidad de realizar estudios y presentarlos en foros nacionales e internacionales ha sido un motor adicional para seguir adelante. La investigación me ha permitido comprender más profundamente las alergias infantiles y cómo podemos mejorar el tratamiento de estas condiciones. Presentar mis investigaciones en congresos y compartir mis hallazgos con otros profesionales ha sido una experiencia enriquecedora, y ha reafirmado mi compromiso con este campo de la medicina.
En conclusión, hoy en día estoy convencido de que la pediatría es mi verdadera vocación. Poder trabajar con niños, verlos crecer, mejorar su salud y darles una mejor calidad de vida es algo que me llena de profunda satisfacción. Al mismo tiempo, el enfoque en la inmunología y las alergias me ha permitido ampliar mis conocimientos y contribuir a mejorar la vida de mis pacientes desde una perspectiva más especializada. La combinación de estos dos campos me ofrece un camino único, donde puedo continuar creciendo como médico y seguir haciendo una diferencia en la vida de los pequeños que trato.
Mirando hacia el futuro, sé que la pediatría, con un enfoque en la alergia e inmunología, es el área en la que quiero continuar desarrollándome. Mi experiencia hasta ahora ha sido sumamente enriquecedora, y estoy emocionado por lo que está por venir. Agradezco cada día la oportunidad de haber encontrado mi verdadero camino en la medicina, un camino que me permite combinar ciencia, investigación y, sobre todo, el profundo compromiso de cuidar a los niños que me confían su salud.
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