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Dutasterida (Doferel®) en Hiperplasia Prostática Benigna: Impacto en la Progresión Clínica y la Intervención Quirúrgica
Equipo Editorial Reto MD
22 de Julio de 2025

Introducción: La hiperplasia prostática benigna (HPB) es una patología que afecta considerablemente la calidad de vida de un segmento significativo de la población masculina, transformando funciones fisiológicas rutinarias en fuentes de ansiedad. Más allá de las manifestaciones somáticas, la HPB puede comprometer la autoconfianza y el bienestar psicoemocional. En este contexto, la Dutasterida (Doferel®) es un agente farmacológico de probada eficacia y una estrategia terapéutica orientada a restaurar la fisiología urológica. Asimismo es una alternativa capaz de postergar o eludir la necesidad de intervenciones quirúrgicas, restituyendo así al paciente un grado de serenidad y control sobre su condición urológica.
Cuerpo:
La hiperplasia prostática benigna (HPB) es una de las afecciones urológicas de mayor prevalencia en la población conforme avanza la edad. Las estimaciones epidemiológicas indican una afectación aproximada del 50% de los pacientes en el rango etario de 51 a 60 años, cifra que se incrementa hasta el 90% en individuos mayores de 80 años. Si bien su naturaleza es “benigna”, al no implicar un proceso neoplásico maligno, sus manifestaciones clínicas impactan la calidad de vida del paciente. El crecimiento progresivo de la próstata induce una compresión uretral, lo que genera un amplio espectro de síntomas del tracto urinario inferior (STUI), que pueden ser obstructivos —tales como dificultad para iniciar la micción, pujo miccional, flujo urinario disminuido o intermitente en calibre y fuerza,, goteo postmiccional y tenesmo vesical— y de almacenamiento, que incluyen polaquiuria, nicturia, urgencia miccional e incontinencia de urgencia.
Dichos síntomas son una fuente de incomodidad física, y conllevan una significativa carga emocional y psicológica. La nicturia, por ejemplo, interrumpe el ciclo de sueño, resultando en fatiga crónica e irritabilidad. La urgencia miccional y la incontinencia pueden inducir ansiedad social y restringir la participación en actividades cotidianas y desplazamientos, debido a la aprehensión relacionada con la disponibilidad de sanitarios. Adicionalmente, la disfunción sexual, aunque no sea una consecuencia directa de la HPB en todos los casos, puede exacerbarse por la sintomatología o por la preocupación inherente a esta. En esencia, la HPB tiene el potencial de comprometer sustancialmente la autonomía y el bienestar integral del individuo.
Desde una perspectiva clínica, la progresión no controlada de la HPB puede culminar en complicaciones de gravedad, entre las que destaca la retención urinaria aguda (RUA), una emergencia urológica que cursa con dolor intenso y requiere cateterización vesical inmediata. Otras complicaciones posibles abarcan infecciones recurrentes del tracto urinario, hematuria, litiasis vesical y, aunque con menor frecuencia, deterioro de la función renal secundario a la obstrucción crónica. En este contexto, evitar una intervención terapéutica resulta imperativo, no solo con el fin de mitigar los síntomas, sino también para prevenir la progresión de la enfermedad y el desarrollo de sus secuelas.
Dutasterida (Doferel®): un enfoque fisiopatológico en el tratamiento de la HPB
La Dutasterida, principio activo de Doferel®, pertenece a la clase farmacológica de los inhibidores de la enzima 5-alfa reductasa (5-AR). Su mecanismo de acción se fundamenta en la modulación de la vía androgénica implicada en el crecimiento prostático. La testosterona, el principal andrógeno circulante, es metabolizada a dihidrotestosterona (DHT) en el interior de las células prostáticas por la acción de la 5-alfa reductasa. La DHT es un andrógeno significativamente más potente que la testosterona en la estimulación del crecimiento y desarrollo del tejido prostático, tanto en condiciones fisiológicas como hiperplásicas.
Se han identificado dos isoenzimas principales de la 5-alfa reductasa:
- Tipo 1: Se localiza preferentemente en la piel (glándulas sebáceas, folículos pilosos) y el hígado, y en menor proporción, en la próstata.
- Tipo 2: Predomina en el tejido prostático, las vesículas seminales, el epidídimo y los folículos pilosos, siendo la principal isoenzima responsable de la síntesis de DHT a nivel intraprostático.
La Dutasterida se caracteriza por ser un inhibidor dual, con capacidad para bloquear la actividad de ambas isoenzimas. Esto se traduce en una supresión más completa y sostenida de las concentraciones séricas e intraprostáticas de DHT, en comparación con los inhibidores selectivos de la isoenzima tipo 2, como la finasterida. Estudios farmacodinámicos demuestran que la administración diaria de 0.5 mg de Dutasterida induce una reducción mediana de la DHT sérica del 85-90% durante las primeras una a dos semanas de tratamiento, alcanzando disminuciones de hasta el 94% tras un año, lo cual atenúa el estímulo androgénico sobre las células epiteliales y estromales de la próstata, promoviendo la apoptosis de las células epiteliales y, consecuentemente, disminuyendo progresivamente el volumen glandular prostático.
Impacto clínico de la Dutasterida: alivio sintomático y modificación de la enfermedad
El beneficio clínico derivado del tratamiento con Dutasterida (Doferel®l) es multifacético, comprendiendo la mitigación de la sintomatología y la intervención sobre la progresión de la HPB.
- Reducción del volumen prostático: La disminución del tamaño glandular prostático constituye uno de los efectos primordiales de la Dutasterida. Diversos estudios clínicos evidencian que el tratamiento con 0.5 mg diarios de Dutasterida genera una reducción promedio del volumen prostático del 20-25% tras 6 a 12 meses, observándose reducciones sostenidas e incluso superiores con la administración a largo plazo (hasta 2 años y en estudios de extensión). Esto es fundamental en la mitigación sintomática.
- Mejora de los STUI: La reducción del volumen prostático conlleva una mejora directa de los STUI. Los pacientes sometidos a tratamiento con Dutasterida experimentan una disminución estadísticamente significativa en las puntuaciones de escalas validadas, como el International Prostate Symptom Score (IPSS). La mejoría sintomática abarca manifestaciones obstructivas e irritativas, lo que se traduce en un impacto positivo tangible en la calidad de vida. El alivio sintomático, si bien puede manifestarse de forma temprana en algunos individuos, generalmente se evidencia de manera más pronunciada y progresiva a partir de los 3 a 6 meses de tratamiento, periodo necesario para producir una reducción volumétrica prostática significativa.
- Aumento del flujo urinario máximo (Qmax): Como resultado de la descompresión uretral, se observa una optimización del flujo urinario. El Qmax, un parámetro urodinámico objetivo, presenta incrementos estadísticamente significativos en pacientes bajo terapia con Dutasterida. Una mayor velocidad de flujo facilita el vaciado vesical, reduce el esfuerzo miccional y atenúa la sensación de vaciado incompleto.
Dutasterida y la prevención de la progresión de la HPB: eludiendo la cirugía
Uno de los aspectos de mayor relevancia clínica del tratamiento con Dutasterida (Doferel®) radica en su capacidad para modificar la historia natural de la HPB, lo que se traduce en una disminución del riesgo de complicaciones y, de manera primordial, en una menor necesidad de intervenciones quirúrgicas.
- Reducción del riesgo de Retención Urinaria Aguda (RUA): La RUA constituye una de las complicaciones más serias de la HPB, que frecuentemente precipita la indicación de una intervención quirúrgica. Múltiples estudios demuestran que la Dutasterida reduce significativamente el riesgo de RUA en comparación con placebo. En estudios pivotales la reducción del riesgo de RUA a los 2 años de tratamiento superó el 50%. Este efecto protector se considera un componente esencial para priorizar el uso de Dutasterida como una terapia modificadora de la enfermedad.
- Disminución de la necesidad de cirugía relacionada con la HPB: La posibilidad de una intervención quirúrgica prostática (como la resección transuretral de próstata – RTUP, o procedimientos con tecnología láser) suscita una notable aprehensión entre los pacientes, debido a los riesgos inherentes, el periodo de recuperación postoperatoria y las potenciales complicaciones. La Dutasterida, mediante la reducción del volumen prostático, el alivio sintomático y la disminución del riesgo de RUA, ha demostrado consistentemente una reducción en la necesidad de intervenciones quirúrgicas asociadas a la HPB. En estudios a largo plazo, la reducción del riesgo quirúrgico puede alcanzar cifras superiores al 40-50% en comparación con placebo. Este beneficio es estadísticamente significativo; para el paciente, implica la posibilidad tangible de evitar un procedimiento invasivo, con las implicaciones para el bienestar físico y psicológico. La oportunidad de manejar la condición prostática mediante un tratamiento farmacológico, preservando la integridad corporal y eludiendo las dificultades de una convalecencia quirúrgica, es una alternativa terapéutica valorada. El paradigma de la consulta urológica puede, en consecuencia, transitar desde la planificación de intervenciones quirúrgicas hacia la monitorización de la respuesta a un tratamiento farmacológico con potencial para diferir o eludir la cirugía.
Terapia combinada: potenciación de los beneficios
En pacientes que presentan sintomatología moderada a severa y un volumen prostático considerable, la terapia combinada de Dutasterida con un alfabloqueador (por ejemplo, tamsulosina) evidencian una eficacia particular. Los alfabloqueadores actúan mediante la relajación del músculo liso de la próstata y el cuello vesical, proporcionando un alivio sintomático más rápido (abordando el componente dinámico de la obstrucción), mientras que la Dutasterida actúa a largo plazo, reduciendo el tamaño prostático (componente estático). El estudio CombAT (Combination of Avodart and Tamsulosin) es un referente en este campo. Con un seguimiento de 4 años, demostró que la terapia combinada fue superior a la monoterapia con tamsulosina en la reducción del riesgo de RUA o cirugía relacionada con HPB (reducción del riesgo relativo del 65.8%). Adicionalmente, la combinación resultó en una mejoría sintomática superior y más sostenida en el tiempo. Esta estrategia terapéutica permite un abordaje integral, ofreciendo alivio sintomático temprano y modificación de la enfermedad a largo plazo, reforzando así el potencial para evitar o posponer la intervención quirúrgica.
Impacto en la calidad de vida y perspectiva del paciente
La decisión de iniciar un tratamiento con Dutasterida trasciende la simple prescripción farmacológica. Desde la perspectiva del paciente, la iniciación de este tratamiento puede representar una oportunidad para recuperar el control sobre una función corporal esencial que se ha visto comprometida. La mitigación de la nicturia puede traducirse en una mejora del patrón de sueño, con el impacto favorable en el estado de ánimo, los niveles de energía y la capacidad de concentración diurna. La disminución de la urgencia y la frecuencia miccional facilita la reincorporación a actividades sociales y laborales. La concienciación sobre la existencia de una opción terapéutica capaz de reducir significativamente la probabilidad de requerir una intervención quirúrgica constituye, para muchos individuos, un factor de considerable alivio psicológico, atenuando la aprehensión asociada a la cirugía y sus potenciales consecuencias. El impacto psicológico favorable puede ser tan significativo como la mejoría sintomática física. El objetivo terapéutico se extiende más allá de la restauración de la función urinaria, abarcando la recuperación de la confianza y la mejora general de la calidad de vida. Este enfoque puede empoderar al paciente, permitiéndole participar activamente en el manejo de su condición mediante una alternativa terapéutica menos invasiva que favorece el mantenimiento de su estilo de vida.
Conclusión:
La Dutasterida (Doferel®) se ha establecido como un recurso terapéutico de valor en el manejo de la hiperplasia prostática benigna. Su capacidad para inducir una reducción del volumen prostático, mitigar los síntomas urinarios y, de forma determinante, disminuir significativamente el riesgo de retención urinaria aguda y la necesidad de intervención quirúrgica, lo cual lo caracteriza como un agente con capacidad para modificar el curso de la enfermedad. Desde la perspectiva del paciente, estos beneficios se traducen en una mejora sustancial de la calidad de vida y en la perspectiva tangible de evitar procedimientos invasivos, lo cual puede conllevar un significativo alivio psicológico. Se sugiere que los profesionales de la salud consideren el papel de la Dutasterida, administrada en monoterapia o en combinación, como una estrategia fundamental en el manejo a largo plazo de la HPB, procediendo siempre a la individualización del tratamiento y al mantenimiento de una vigilancia urológica apropiada.
Referencias
- Synthon México S.A. de C.V. (2020, 18 de febrero). Información Para Prescribir Amplia, Doferel® (Dutasterida).
- Roehrborn, C. G., Boyle, P., Nickel, J. C., Hoefner, K., & Andriole, G. (ARIA3001, ARIA3002, and ARIA3003 Study Investigators). (2002). Efficacy and safety of a dual inhibitor of 5-alpha-reductase types 1 and 2 (dutasteride) in men with benign prostatic hyperplasia. Urology, 60(3), 434-441.
- Roehrborn, C. G., Siami, P., Barkin, J., Damião, R., Major-Walker, K., Morrill, B., Montorsi, F., & CombAT Study Group. (2010). The effects of combination therapy with dutasteride and tamsulosin on clinical outcomes in men with symptomatic benign prostatic hyperplasia: 4-year results from the CombAT study. European Urology, 57(1), 123-131.
- Andriole, G. L., Bostwick, D. G., Brawley, O. W., Gomella, L. G., Marberger, M., Montorsi, F., Pettaway, C. A., Schulman, C. C., Teillac, P., Tindall, D. J., & REDUCE Study Group. (2010). Effect of dutasteride on the risk of prostate cancer. The New England Journal of Medicine, 362(13), 1192-1202.
